comparativa tampon y copa menstrual

Llevo más de 20 años usando tampones.  Hasta ahora, no me había parado a calcular el dineral que llevo gastado en estos pequeños artilugios íntimos que utilizo fielmente cada mes, y ahora que he empezado a hacer cálculos, he sentido un vértigo que me ha obligado a echarme un rato.  (El calor que hace tampoco es que anime a estar por ahí dando saltitos)…

El caso es que me han encomendado este artículo de comparativa de precios entre la copa menstrual (soy la única mujer en la oficina que no la utiliza aún) y los tampones, y lo he llevado a cabo de la manera más científica posible.

He elegido MERCADONA como establecimiento donde comprar los tampones que utilizo cada mes, porque todo el mundo sabe que tiene unos precios muy competitivos.  (Quizás algo tenga que ver el hecho de que además tengo uno al lado de casa).

He comprado mi habitual caja de 36 unidades de TAMPAX y he pagado 4.95 euros.

A mí la regla me viene de manera bastante regular (cada 28 días, día arriba / día abajo), me dura aproximadamente 5 días.  Tengo abundante flujo durante los dos primeros días y moderado durante el resto de mi menstruación.  Vamos, que soy de lo más normalita.

He observado que de media utilizo unos 4 ó 5 tampones al día más alguno que otro que acabo tirando sin utilizar porque me molesta al ponérmelo y tengo que sacarlo (qué rabia da cuando ocurre eso) o porque el tampón queda encasquetado en el aplicador y no haya forma de sacarlo (más rabia todavía).  El caso es que casi voy a caja por mes y eso sin contar el gasto que supone alguna que otra compresa o salvaslip que utilizo como complemento sobre todo en los días de mayor flujo.  Es decir, que mi gasto anual en tampones es aproximadamente de 60 euros.  Os dejo a vosotras calcular el gasto total en tampones que una mujer puede hacer a lo largo de su vida fértil (desde los 13 a los 50 de media), que yo no quiero experimentar más vértigo.

La copa menstrual, por otro lado, que es reutilizable y bien cuidada puede llegar a durar muuuuuchos años, tiene un coste único de 20 euros.  Es decir, que a partir del cuarto mes de compra de tampones, quedaría completamente amortizada esa inversión y a partir del quinto mes, estaría ahorrándome 5 euros al mes, 60 euros al año y 2220 euros durante toda mi vida fértil (no he podido resistirme a hacer el cálculo).

Los números hablan por sí solos.  Si buscáis el bien de vuestro bolsillo (no sé vosotras, pero el mío está tan castigado que amenaza con ponerse en huelga), la opción más económica es la copa menstrual.  También es la opción más ecológica y menos contaminante para el medio ambiente (¿os habéis parado alguna vez a imaginar las toneladas de desechos que suponen los tampones y compresas para nuestro maltrecho medio ambiente?).  Las que utilizan la copa menstrual, aseguran que encima es la opción más cómoda entre todas las que existen y que protege la flora vaginal ya que recoge el flujo menstrual en lugar de absorberlo como hacen los tampones.

Reconozco que soy reacia a acoger cambios en mi vida sin resistencia.  (De ahí que sea la única mujer que aún no utiliza la copa menstrual en mi empresa).  Sin embargo, dada la evidencia que yo misma he recabado, creo que estoy en posición de afirmar que acabo de comprar mi última caja de tampones.