En el post anterior hablamos de lo que son las copas menstruales y de algunos de los beneficios que aportan.  Algunas de vosotras nos habéis escrito convencidas de las ventajas de utilizar este método para olvidaros (¡o casi!) de lo que supone tener la regla y nos habéis expresado vuestras dudas acerca de la colocación de las copas menstruales.  Este post va por tanto dedicado a todas las “novatillas” en el uso de las copas menstruales para que a partir de ahora no os quede ninguna duda acerca de cómo utilizar las copas menstruales.

No sé si recordaréis la primera vez que utilizasteis un tampón.  Yo no soy de las que se encuentran entre las que NO acertaron a la primera.  De hecho, acabé con una caja entera de tampones tirada a la basura tras intentar sin éxito colocarme uno sin que quedara medio fuera de la vagina.  Recuerdo que los que si conseguí introducir más profundamente en la vagina, por alguna razón me molestaban como si un alien se hubiera apoderado de mis entrañas.  Llegué a pensar que me “casaría” con las compresas y me olvidaría de los tampones.  Hoy, sin embargo, me los coloco en menos de 3 segundos y no me resultan incómodos nunca.  Con las copas menstruales pasa lo mismo.  Es decir, es simplemente una cuestión de cogerles el truco.

Antes de explicaros los métodos principales de introducción de las copas menstruales es importante mencionar algo que es común a todos los diferentes métodos de colocación que existen: tenéis que estar relajadas y tranquilas antes de colocaros la copa menstrual por primera vez.  Si vuestros músculos pélvicos están tensionados o contraídos, será muy difícil lograr una colocación exitosa.  Por eso, es importante elegir bien el momento en el que os vayáis a colocar la copa menstrual por primera vez; no hay que tener prisa ni andar con agobios. Regalaros a vosotras mismas todo el tiempo que necesitéis y sed pacientes.  (Recordad: mi primera caja de tampones acabó enterita en la basura ¡pero eso no me desanimó hasta el punto de renunciar a su uso!)

Antes de utilizar tu copa menstrual por primera vez debes esterilizarla introduciéndola en agua hirviendo durante al menos 5 minutos.  Alternativamente, puedes utilizar un esterilizador eléctrico.

Para facilitar la introducción (sobre todo las primeras veces), recomendamos que te apliques una pequeña cantidad de hidratante vaginal de base acuosa a la entrada de la vagina.

¡Importantísimo!  Lávate las manos y las uñas concienzudamente con un jabón neutro antes de comenzar la colocación de tu copa menstrual.

Estos son los métodos principales:

Primer método: doblado en U

Dobla longitudinalmente tu copa menstrual tal y como muestra la figura de abajo:

Introduce primero la parte de arriba de la “U” en la vagina y posteriormente la base de la “U” hasta que notes que la copa se abre por completo dentro de la vagina.  Para asegurarte, toca con los dedos los bordes de la copa.  Si notas que no se ha abierto por completo, muévela un poco o comienza el proceso de nuevo, ya que podrás sufrir pérdidas si la copa no queda totalmente abierta.

Segundo método: pliegue en pico

Dobla la copa hundiendo uno de los lados del borde hacia el interior, de forma que quede un pliegue en forma de pico como ilustra el siguiente dibujo:

Introduce el “pico” en la vagina y asegúrate que la copa queda totalmente abierta como hemos explicado antes.

Sea cual sea el método de introducción que elijas, ten en cuenta que no es necesario ni recomendable introducir la copa menstrual tan profundamente como los tampones.  Lo recomendable es que el tirador de extracción no sobresalga por fuera de la vagina tal y como muestra el dibujo de abajo:

Aunque puedes utilizar la copa menstrual 10-12 horas seguidas (tanto de día como de noche), te recomendamos que las primeras veces que la utilices la vacíes en intervalos de tiempo más cortos hasta que te adaptes a su uso.

La copa menstrual puede resultar un poco complicada de utilizar al principio, pero te aseguramos que se le coge el tranquillo rápidamente y una vez te acostumbres a ella ya no querrás vivir sin ella!